Andreas Kalcker presento un sistema nuevo de protocolos por letras, la razón es simple ya que muchas veces se deben combinar varios protocolos según la enfermedad, así se pueden combinar fácilmente los protocolos para su mayor eficacia.
Aquí enumeramos los protocolos en orden:
- PROTOCOLO A
- PROTOCOLO B
- PROTOCOLO C
- PROTOCOLO D
- PROTOCOLO E
- PROTOCOLO F
- PROTOCOLO G
- PROTOCOLO H
- PROTOCOLO I
- PROTOCOLO J
- PROTOCOLO K
- PROTOCOLO L
- PROTOCOLO M
- PROTOCOLO O
- PROTOCOLO P
- PROTOCOLO Q
- PROTOCOLO R
- PROTOCOLO S
Cada protocolo se centra en una enfermedad diferente, y en el uso del dióxido de cloro. Esto son los protocolos más importantes.
Advertencia
Los protocolos que presentamos son generales y se basan en experiencias reales obtenidas por usuarios y voluntarios, pero no representan ningún consejo médico. Cada persona es responsable de su organismo y debe saber lo que es mejor para sí misma al momento de bajar o aumentar las dosis. Todo uso de los protocolos es responsabilidad personal del usuario. En caso improbable de efectos adversos graves, se debe reducir la dosis o suspender el uso.
Actualmente, ya no utilizamos el CD (MMS), ya que ha quedado desfasado con el paso del tiempo. Su uso puede causar efectos adversos como diarrea o vómito, además tiene un pH más ácido y contiene clorito de sodio que puede generar reacciones secundarias en el estómago. El CDS (Solución de dióxido de cloro = ClO2) por otro lado, contiene únicamente un componente que es gas disuelto en agua, tiene un pH neutro y no contiene sales de clorito. Es por estas razones, entre otras, que hemos actualizado los protocolos basados en cientos de miles testimonios de usuarios voluntarios y sus reportes durante más de 10 años.